La cuarta generación Irurtia radicada en Carmelo conduce hoy la Bodega. Cinco hermanos, hijos de Dante Irurtia y de Estela González, asumen el legado familiar y el desafío de continuar juntos el camino de sus antepasados, ese camino infinito hacia la mejora de la calidad de sus vinos, con la misma pasión y dedicación de sus mayores, y con la responsabilidad de sostener e incrementar el reconocimiento mundial de los vinos Irurtia, orgullo de Carmelo y del Uruguay.



La bodega Irurtia nace con la llegada del vasco Don Lorenzo Irurtia a la zona de Carmelo, en la segunda mitad del siglo XIX. Su pasión por los buenos vinos y la dedicación laboriosa al cultivo de la vid, dieron sus frutos con la primer cosecha, en 1913.

Don Lorenzo encontró en Carmelo el monte de piedra donde miles de ciudadanos inmigrantes como él, buscaban en estas tierras de libertad y orden, la oportunidad de afincarse con sus familias. Para algunos fue la preparación de los adoquines, para Don Lorenzo fue iniciar el cultivo de la vid, valorando las posibilidades descubiertas en el suelo de piedra y rocas cuaternarias, cubiertas de una capa de suelo limoso. La Bodega Irurtia había nacido. Transcurrió el tiempo y cinco de los ocho hijos de la familia Irurtia / Etchenique: Miguel, Antonio, Carmelo, Natalia y Francisca, se dedican exclusivamente al viñedo y a la pequeña bodega.