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MIS HISTORIAS

El primer casting que hice para una película porno fue en Los Ángeles. Ya me había desnudado para Playboy, pero fue algo más sutil. Cuando llegué a presentarme, me fue mal: de una vez me dijeron que me pusiera en la posición “Doggy Style” (la del perrito), que hiciera un montón de posiciones y me intimidé. Además, no hablaba una palabra de inglés. Esa vez me rechazaron, pero el productor me aconsejó que estudiara el idioma y lo intentara de nuevo, así que cuando regresé a Colombia me matriculé en el Centro Colombo Americano y estudié 9 meses. Luego contacté a otro productor, por medio de mi marido, y viajé a Miami a hacer un casting. Ese productor estaba apenas empezando y había intentado trabajar con varias estrellas del porno, pero ninguna lo aceptaba por su falta de experiencia. Lo chistoso fue que, cuando filmamos la primera película (South Beach Cruisin’ 3), se volvió tan famosa que luego esas mismas actrices lo llamaban para que él las dirigiera.