La idea de La Bourgogne es sumergir a los fieles clientes en el paraíso de las mieles y que entiendan el rol fundamental que cumplen las abejas en nuestros ecosistemas. “Miel es sinónimo de vida: necesitamos a las abejas y la gente no lo sabe”, exclamó eufórico Jean-Paul mientras explicaba su visión. A partir de esta idea, la carta, absolutamente alucinante.