En una privilegiada esquina de La Barra, con mucho espacio y vista al mar, se encuentra desde 1999 un restaurante que formó una clientela fiel a lo largo de un cuarto de siglo gracias a una buena atención y platos veraniegos elaborados con buenos productos. Ahora está a cargo de Rodrigo Toso, quien le dio una vuelta de tuerca honrando a la vez el legado del lugar.